Una empresa mierense instalará en la mina de Boinás una máquina que expende los dispositivos de seguridad a los trabajadores.
Que el futuro pasa por el uso de la tecnología es un hecho, que el presente está marcado por el desarrollo de maquinaria que facilite el trabajo a muchas personas también, pero no por sabido deja de sorprender ciertas utilidades. La compañía mierense Eureka, centrada originariamente en el mundo del «autovending» -las máquinas expendedoras que tradicionalmente sirven alimentos, chucherías y bebidas- está desarrollando un sistema de entrega de autorrescatadores que se instalará en la mina de Orovalle, en Boinás, en Belmonte de Miranda.
No es la primera incursión que la firma realiza en el campo de la minería, de hecho ya introdujo con éxito sus máquinas en el campo de la distribución de equipos de protección individual (EPI). Posteriormente, saltó también al sector sanitario, con un sistema para entregar calzado de uso quirúrgico para evitar la contaminación en quirófanos, una especie de taquilla inteligente, que se instaló en el hospital de Cabueñes, en Gijón.
Ramón Menéndez, director comercial de la firma mierense, explicó que la idea en Orovalle es similar a la máquina de Cabueñes, «y desde fuera tendrá un diseño similar, aunque el sistema y el software son distintos». El proyecto se encuentra en la fase de fabricación de la máquina, que esperan tener lista en el plazo de cuarenta días, aunque dependerá de las piezas. «Es una taquilla inteligente, entrega y recoge los autorrescatadores, pero también lleva todo el control sobre los equipos», asegura el empresario. Explica que gracias al sistema informático aplicado «sabemos quién recoge el material, pero también cuándo tiene que pasar la revisión, el mueble controla todo eso y avisa al personal, también controla su caducidad». «Además, si el minero tiene algún incidente con el equipo, lo puede comunicar en la maquina», destaca Menéndez.
Para acceder a los equipos, los mineros podrán identificarse de varias maneras, ya sea con su propio medio de fichaje, con una tarjeta, o con usuario y contraseña, ya que la máquina va equipada con una pantalla táctil. También se podría habilitar el reconocimiento con huella dactilar, aunque en este caso no es muy recomendable, «porque se trata de una mina, los dedos pueden llevar suciedad y hacer que se acabe estropeando el sistema, esto sería más para una sala blanca o un laboratorio».
Actualmente, no existe ningún sistema como el que desarrolla la firma mierense. Fue la propia empresa la que contactó con Eureka, porque «sabían de nuestros sistemas, nos plantearon la necesidad de algo que pudiera distribuir los rescatadores garantizando la seguridad, porque tienen un peso importante dentro del trabajo, y necesitaban tener un control». Tras esta primera máquina, se pondrán a trabajar en otra para distribuir lámparas de mina que, como remarcó Menéndez, «también podrán recargar sus baterías».
La compañía sigue colaborando en el aspecto sanitario. Tras la máquina para calzado de uso quirúrgico, también se ha colocado otra que entrega los pijamas con los que los cirujanos operan. En este caso, se han instalado cuatro de ellas en cada una de las plantas de Cabueñes y permiten al usuario escoger la talla del pantalón y la chaqueta. El software instalado analiza el stock y avisa en caso de necesidad para evitar dedicar recursos a tareas innecesarias. Tras Cabueñes, el sistema se implantará en otros centros sanitarios.
La firma Eureka es una empresa asentada en Mieres que está en expansión. Tras comenzar con las máquinas de «autovending», donde también innovaron con respecto a los equipos originales, se pasaron a los distribuidores de equipos de protección individual en empresas y minas. Este negocio les ha llevado a colocar más de setenta máquinas expendedoras tanto en Chile como en España, además de tener proyectos para introducirse en los mercados de Perú, Brasil y Portugal.
Fuente: La Nueva España.
13 de octubre de 2015